lunes, 15 de junio de 2009

Sesión 15- Reseña de lectura No. 14

Sesión 15.
La televisión entra al aula.
Guía del maestro de educación básica.

La pregunta de esta guía es la siguiente:
¿Cómo asumirse como maestro mediador, entre la televisión y los niños?.
El desafío educativo de la televisión ha ocasionado que los maestros expresen sus dudas, desistencias y preocupaciones, por introducir la programación comercial a la escuela, como una herramienta de enseñanza/ aprendizaje. Sigue siendo un medio de difusión temido la televisión, sin embargo ya existe anuencia magisterial para trabajar en el aula. En otros países se han diseñado diversos planes de estudio para abordar pedagógicamente a la televisión.

Para lograr que la TV sea una aliada de la educación infantil, se necesita la decisión firme de los maestros, para una mediación en las percepciones, apropiaciones y usos, que los niños hacen de la programación mas frecuentada por ellos. Además de contar con algunas herramientas conceptuales, para entender mejor los aspectos concretos con los cuales e va a trabajar, como la forma de estimular la creatividad docente frente a la televisión.

Para iniciar la medicación de televidencia de los niños desde el aula, se requiere; voluntad, apertura y sentido común y educativo. Se propone la lectura de esta guía para los maestros y se pongan en práctica los ejercicios sugeridos, así como su propio papel como televidentes. Aprovechar la televisión crítica y eficazmente en beneficio de los niños y de los objetivos educativos de la escuela.

Debe de existir un compromiso moral, entre maestros, padres de familia y la televisión, para aplicar los programas educativos y que todos los actores participen en esta aplicación.




Dado que no es posible desterrar a la televisión de las actividades del niño, se incluirá a esta y facilitar su incorporación crítica e inteligente en el desarrollo educativo. No se pretende incrementar la carga docente, sino considerar los referentes televisivos como un estímulo al proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, así como un recurso didáctico en la educación integral del niño. Por otra parte es necesario que los profesores desarrollen su sentido televisivo y sobre todo su sentido pedagógico frente a la televisión.

Este sentido pedagógico es el paso primordial que deben de realizar los docentes, la adecuación de programas de estudio y de la aplicación y dominio de nuevas competencias. Necesario es la capacitación previa de los docentes, con la finalidad de crearles una nueva imagen como educomunicadores.

El autor pone el ejemplo de las telenovelas, las cuales muestran los valores y conductas sociales, de situaciones especiales –telenoveleras- , que toman como paradigma de lo que es adecuado, enjuiciando actitudes y expresiones que están involucradas en el espectáculo. Los noticiarios televisivos también se pueden extraer material para enseñanza de las ciencias sociales y fomentan un pensamiento crítico sobre lo que acontece en el entorno, lo cual induce a posiciones reflexivas de los acontecimientos.

De forma tal que la educación en los niños debe de ser una opción propositiva, en donde desarrollen una múltiple capacidad de interacción con su entorno, con el conocimiento, la imagen, con la información, con el drama, la ficción, el suspenso y por supuesto con la diversión.

Este tipo de enfoque debe ser considerado por los profesores, formar alumnos que se adapten de una forma positiva para que exista una respuesta pedagógica, vinculada con la televisión.



La guía se desarrolla de la siguiente forma:

Un cuestionario en donde las preguntas van dirigidas a los gustos y preferencias televisivas, así como sobre la opinión personal de nuestras actividades en el momento de estar ante un aparato televisor.

Posteriormente se acompañan las respuestas con algún compañero y observamos las convergencias y diferencias. A continuación se contestan otras 10 preguntas: a) ¿que emociones me mueve la televisión?; b) ¿Qué pensamientos me estimula la TV?; c) ¿Cuándo veo un programa lo comento?; d) ¿Qué me provocan los comerciales?; e) ¿Qué pienso de los programas culturales?; f) ¿Que hago mientras veo televisión?; g) Que es lo que mas encuentro negativo de la televisión y porque?; h ¿ Que es lo que encuentro mas positivo de la televisión y porque?; i) Con que podría sustituir a la televisión?; j) Considero que veo mucha o poca televisión ¿Por qué?.

Revisar nuestras respuestas, veamos sino tenemos contradicciones, posteriormente, pensemos y discutamos con otros maestros, estas ideas:
1. la TV solo tiene efectos negativos. 2. El daño que causa la televisión es irreversible, y 3. Por tanto, no podemos cambiar nada.

El concepto de recepción ha sido objeto de crítica, ya que alude a una situación pasiva, en vez de una activa e interactiva, de tal forma que se le ha nominado otro término que es; televidencia. Ver TV es interacción en varios sentidos; con los referentes televisivos, con la experiencia y conocimientos de los televidentes, con sus gustos y expectativas y con sus intereses.

La interacción es toda una amalgama de actividades, en las que debe estar inmerso el docente, el alumno y la televisión. Además de considerar las aficiones y tendencias, de los televidentes. Que como menciona el autor, la interacción varía con el tipo de programa que se esta viendo.

Las operaciones mentales que se realizan frente al televisor son las siguientes:
• Atención
• Comprensión
• Evaluación
• Almacenamiento

La atención y comprensión son dos operaciones complementarias, que en ocasiones son mutuamente incluyentes. Posteriormente viene la evaluación, que tiene que ver con el gusto, la concordancia con la nueva información y las nuevas imágenes, que posee cada televidente. En seguida viene el almacenamiento, en donde el televidente se apropia o desecha, la nueva información que se adquiere de la televisión. Este almacenamiento se le llama “la memoria a corto plazo”.

En otras ocasiones no sucede esto, el impacto de algún programa puede mantenerse en los televidentes, esto puede ser efecto de repeticiones de la oferta televisiva.

Este mantenimiento de información de una forma, puede ser consecuencia de lo que manifiestan los investigadores “la teoría de cultivo”. Posiblemente si esta repetición de la oferta la enfocamos a los aspectos pedagógicos previamente planificados, podríamos encontrar en los alumnos, que la información se mantenga más tiempo almacenada.

Cuando se acepta a la TV, sin reparos, tiene lugar un consumo irreflexivo y acrítico, cuando se reflexiona sobre lo visto, se inicia una actividad que se llama de negociación de los referentes televisivos, además se presenta sistemáticamente un consumo crítico de la TV. La pasividad es un estadío adquirido, no natural que fue adquirido por la televisión comercial, con intención de influir en los usuarios. La acción del efecto de ver televisión en los niños no termina cuando se apaga el televisor, prosigue en otras actividades y en otros lugares, en la medida e la exposición. Este efecto se extiende también hasta la escuela, con un intercambio de significados ante compañeros, de forma tal, que la TV es un referente de la interacción social.


En el caso de los maestros el efecto se extiende a la escuela, en donde pueden comentar con sus compañeros lo que vieron en la TV, el otro ámbito puede ser el vecindario en donde también pueden comentar lo observado en un programa específico.

Así pues, los escenarios de la televidencia de los niños son; casa, vecindario, lugares de juego y escuela. En el patio de la escuela o en el salón en donde puede tener intervención el maestro, haciendo mediaciones para influir en la apropiación que hagan los niños de la TV. Las comunidades de apropiación televisiva se clasifica en; a) permisivas; b) indiferentes; y c) restrictivas. Las mediaciones se consideran como influencias que estructuran el proceso de ver televisión, que provienen de varias fuentes.

Los escenarios de la televidencia es una mediación situacional, en cada uno de ellos hay posibilidades y límites que favorecen en un sentido u otro la apropiación que los televidentes hagan de los referentes televisivos.

Como menciona el autor, la mediación real en el caso de los padres de familia, es no abandonar a los niños y dejarlos solos ante los referentes televisivos. Esta intervención dará mejores resultados, que el de prohibir a los niños el uso del aparato televisivo. Por otra parte los maestros deberían tener una intervención menos pasiva, al observar y reorientar a los niños sobre los referentes televisivos.

La escuela es una comunidad de apropiación y de reapropiación televisiva, además de ser una institución fundamental definida como institución educativa por excelencia. Un componente clave de la mediación escolar en la televisión son los objetivos de aprendizaje vertidos en los planes de estudio, en donde se debe de incluir una educación televisiva.



Existe un caldo de cultivo, proclive a la no participación, a la desidia y apatía para exonerarse de responsabilidades y adjudicarse a otros, y da como resultado un fuerte componente de la mediación cultural, el cual permea el interés y la manera de preocuparse por la televisión. Necesario es fomentar la sensibilidad social, en donde la TV y otros medios de difusión, no sean solo objetos de diversión, sino como asuntos de alto interés público.

Las mediaciones individuales o personales tienen que ver con la conformación específica de cada televidente o de diferentes grupos de televidentes. Así pues, los componentes de mediación personal son; la capacidad de argumentación y de destrezas comunicativas, de expresión y percepción, de habilidades analíticas y en general de razonamiento de los niños. En los niños las gratificaciones va desde distraerlos, hasta adormecerlos, con un significado diferente para el estrato social de cada grupo de niños, así como para también es diferente para niños que para niñas. La pedagogía de la imagen se enfoca a estudiar la parte visual del medio televisivo y la lectura crítica tiene como prioridad, desentrañar la ideología de la programación.

Esta vinculación es indisoluble para darle el enfoque educativo al proceso enseñanza/ aprendizaje, que estará mediado por la televisión y la escuela. Esta actividad pedagógica permitirá al niño, tener acceso a referentes televisivos, previamente analizados por expertos Educomunicadores.










La televisión entra al aula 2.

Las estrategias de educación televisiva.

Las estrategias de educación televisiva se diferencian, de acuerdo con el ámbito que desean conseguir sus resultados. Algunos pretenden incidir en la educación formal y se establecen desde los sistemas educativos a través de los planes de estudio. Otros pretenden realizar se desde procesos de educación popular, o educación no formal, mediante un trabajo de grupo o con familias.

Existe otro elemento diferenciador de las estrategias educativas, que es el método pedagógico priorizado. Por otra parte unos utilizan métodos formales o serios para lograr sus metas, y otros utilizan métodos flexibles o métodos lúdicos. Se considera que jugar con la televisión, es una estrategia de tercer tipo, con un foco de atención múltiple –televidentes, proceso de televidencia y resultados-, en un ámbito de incidencia formal.

Otra premisa es que a partir del juego, los participantes ponen en movimiento, por una parte un conjunto de emociones y por otra, una serie de destrezas cognoscitivas.

Esta serie de destrezas cognoscitivas, son primordiales para ser desarrolladas en los niños. Los maestros deberán fomentar y desarrollar su habilitación, para de esa manera, los niños analizan y evalúan críticamente los referentes televisivos.

En cuanto a las reglas del juego, estas son muy sencillas, en los grupos cada niño comenta a los demás lo que observó. El maestro solicita, que los niños solo describa lo que vieron, la idea es reproducir fielmente lo que paso, durante los cinco minutos de programa. Durante cinco a siete minutos los niños expresan en subgrupos sus expresiones. Habrá un narrador que se encargará de comunicar sus experiencias al resto de los grupos.

El docente apuntará en el pizarrón una síntesis de cada reportaje, la cual queda a la vista de todos, para ser discutida. El resultado es desarrollar la percepción de los referentes televisivos.

Esta estrategia de manejar a los alumnos en grupos de trabajo, en nuestra práctica es la que aporta mayores ventajas, existe mayor aprovechamiento por los alumnos y ellos tienen una participación activa. Da la oportunidad esta estrategia de fomentar trabajo grupal, aparte del estudio independiente, que son dos competencias necesarias para utilizar las Tecnologías de la Información y Comunicación.

Posteriormente el maestro solicita a los alumnos, comentar lo que vieron en el programa. Se sigue la misma dinámica que con la otra tarea, en esta ocasión se solicita a los niños que manifiesten; juicios, evaluaciones e ideas que surgieron al ver el programa. Posteriormente el maestro sintetiza en el pizarrón y solicita a los niños que hagan comparaciones. La idea es que se llegue a acuerdos entre los niños de cada grupo, que concensúen y negocien las presentaciones.

Una idea central de jugar a la televisión, es la de propiciar una experiencia de aprendizaje sobre la representación televisiva de la realidad. Se trata además de propiciar en ellos una experiencia vivencial de la representación, que además de entretenida y lúdica, los estimule a crear sus propias representaciones.

Otro juego es el de iniciar a los niños en el reconocimiento de los diferentes tipos de programación. El maestro solicita a los alumnos llevar a la escuela una revista de programación televisiva, pedirá a los alumnos, que cada uno seleccione y marque con colores diferentes; telenovelas, caricaturas, noticiarios y diferentes géneros programáticos. Además se les solicita a los niños seleccionar cuantos programas hay en cada género televisivo, así como los canales.

Posteriormente solicita a los alumnos externar sus comentarios al respecto –cantidad, noticiarios, películas, etc.-, la intención de este juego es sensibilizar a los alumnos de la programación televisiva, para así se esta forman ellos comprendan de una forma real a lo que están expuestos.

El siguiente juego es pedirles a los alumnos que salgan al patio, se integran grupo de cuatro o cinco niños y se decide a que van a jugar – jugaran simulando a personajes de algún programa- . El juego dura 15 minutos, que utiliza el maestro para observar y anotar aquello que le llame la atención. Posteriormente los alumnos comentarán el juego de cada equipo, se les formularán preguntas y se nombrara un reportero por equipo, que comunicara a los demás el juego de cada equipo.

El siguiente juego pretende estimular no solo la creatividad lúdica, sino la recreación de situaciones, para lo cual los niños interpretaran algunos personajes –historia de México, personajes de la vida actual, conductores de programas, actriz de televisión, etc.-, y pueden realizar reapropiación de estos personajes y posteriormente una crítica de los contemporáneos. En cada ejercicio el maestro deberá hacer explícito, los valores involucrados en cada juego televisivo y motiva la reflexión del grupo.

Para la realización de este tipo de juegos, es necesario que el maestro este comprometido con las actividades lúdicas y tenga la actitud de realizar los juegos, con los tiempos sugeridos por el autor. Considero que es posible que estas actividades no se den al 100% en las tareas escolares diarias, en virtud de que el maestro, puede disponer de poco tiempo o no considerar la importancia de generar este tipo de juegos.

Jugar a la televisión es una estrategia pedagógica- lúdica con la que se pretende desmitificar al medio televisivo, su programación y sus personajes. Se pueden llevar a los alumnos para que vean como se realiza un programa televisivo de verdad. Existe un juego el cual –jugando a partir de la televisión-, se realiza un análisis múltiple sobre los comerciales.

La dinámica es la siguiente; se indica observar un programa por media hora en su casa, posteriormente contar cuantos comerciales son transmitidos en el programa escogido y tomar el tiempo de cuanto dura cada comercial y cual producto se anuncia en cada programa. Los alumnos entregarán la tarea y la compartirán de manera verbal con sus compañeros. Se anotará en el pizarrón la lista de productos y de servicios anunciados. Posteriormente se le pregunta a los alumnos, que comenten sobre las estrategias usadas en los comerciales y se les hará ver a los alumnos los efectos propagandísticos de la televisión.

En este ejercicio es importante demostrarles a los alumnos, cual es la finalidad de que la televisión fomenta las sociedades de consumo. Además de la necesidad de que los niños distingan que los productos anunciados son prescindibles como comenta el autor.

en el siguiente ejercicio se le solicita a los alumnos que en un cuaderno apunten todas lasa actividades que realicen en día, se demostrará con este ejercicio que lugar ocupa la televisión en sus actividades diarias. El siguiente ejercicio es anotar en el cuaderno, lo que hacen los demás miembros de la familia mientras ven televisión. Se anotarán además las conductas y situaciones especiales que observen. El autor recomienda hacer una bitácora de los juegos, que le servirá para dar seguimiento a los cambios.

El autor hace mención que un televidente crítico, es un televidente inteligente, que sabe usar la televisión y usarla no solo como un mero pasatiempo, sino como un estímulo para otros pasatiempos, de donde puede aprender mucho.

Como menciona el autor, esta guía permitirá al maestro conocer cual es la presencia de la televisión, en todas las actividades que desarrolla habitualmente el niño. El seguimiento mediante una bitácora, es fundamental para realizar una verdadera investigación sobre el comportamiento de los niños frente a los referentes televisivos.

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